Madre denuncia ser víctima de violencia vicaria e injusticia judicial en su caso
Rosa Ignacia no puede ver a sus hijos y ha detectado irregularidades en el caso debido a que señaló que la jueza que lleva su caso no tiene perspectiva de infancias.
MÉRIDA, Yucatán.- Rosa Ignacia Pérez alzó la voz para denunciar una serie de injusticias, que según ella, han marcado profundamente su vida y la de sus hijos. Afirmando ser víctima de violencia vicaria, Rosa describe cómo su ex pareja ha utilizado a sus hijos como herramientas para infligirle sufrimiento emocional.
Además, acusó a una jueza del juzgado sexto de oralidad familiar de no tener la perspectiva de infancias necesaria para llevar su caso, exacerbando así su situación.
Dicen que el amor es ciego, él me violentó desde que éramos novios, me acosaba, me perseguía, ahí empezó todo y yo me cegué al amor a tal forma de perder mi dignidad. Yo llegaba de trabajar y él me desnudaba, me rompía la ropa para olerme y eso me hacía sentir humillada, siempre me pregunté que qué hacía mal.
Indicó que incluso se mudó con su ex pareja un académico-investigador de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) de la UNAM, originario de Francia, país donde vivió durante cinco años y sufrió violencia física, emocional y sexual,
Ahí me tenía aislada, con su familia era una cara y conmigo mostraba otra cara, es un violentador misógino, homofóbico y racista.
¿Qué es la violencia vicaria?
La violencia vicaria es una forma de abuso que, aunque menos conocida, es extremadamente dañina. Se refiere al uso de los hijos por parte de un progenitor para causar dolor emocional al otro progenitor. En el caso de Rosa, su ex pareja ha manipulado a sus hijos para distanciarlos de ella, afectando su relación con ellos y causando un profundo sufrimiento emocional.
Rosa Ignacia también denunció la falta de perspectiva de infancias por parte de la jueza del juzgado sexto de oralidad familiar que lleva su caso. Según Rosa, la jueza ha tomado decisiones que favorecen desproporcionadamente a su ex pareja, sin considerar adecuadamente el bienestar emocional y psicológico de los niños involucrados.
Es algo que ni mis abogados entienden por qué la Jueza Elvira Ortiz Noh, no ha juzgado con perspectiva de infancias y ha habido negligencias e irregularidades por eso no pienso quedarme callada porque yo necesito entablar la comunicación física con mis hijos”, precisó.
Por último, dijo que hace apenas un mes se le concedió hacer videollamadas con los menores sin embargo; asegura no es suficiente y quiere volver a verlos en persona.
