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En Día de Muertos, ¿por qué no se debe comer la ofrenda de los altares?

Más allá de las flores, las velas y el incienso, la comida es lo más atractivo del altar, no solo para los muertos, sino para los vivos

Por: Alexis Lara

MÉRIDA, Yucatán.- Ya sea Hanal Pixán o Día de Muertos, en esta celebración, el altar es el que se roba el show, pues es el elemento más importante, pues en él se colocan las ofrendas para recibir a los fieles difuntos.


Las flores, las velas, el incienso, le dan colorido y crean la atmosfera para guiar a las ánimas, pero la comida, la fruta, el pan, los dulces, el chocolate y el mucbipollo es lo más atractivo y que se les antoja a los vivos. 

Ver nota: ¿Qué comida debe llevar un altar de Hanal Pixán?

¿Por qué no comer las ofrendas del altar de Día de Muertos?

Todos, cuando fuimos niños, llegamos a robarnos un pan dulce, un mazapán o una mandarina de altar que le pusieron a nuestros abuelitos y demás integrantes de la familia que se nos adelantaron, pero según la tradición no se debe hacer.

Hay muchas creencias alrededor, la primera es porque comerse algo del altar es considerado una falta de respeto para los difuntos, que aunque no lo puedan comer, sí se llevan su esencia y su olor.  


Aunque en realidad, quizá la razón verdadera de porque no nos dejan comer la ofrenda para los finados, es porque suele llevar al menos dos días sobre la mesa y podrían estar echadas a perder o podridas, en el caso de la fruta. 

Ver nota: Hanal Pixán: ¿Qué significan las velas en el altar maya?

¿Cuándo podemos comer la ofrenda del Día de Muertos?

El altar suele ponerse desde el día 31 de octubre y se quita el día 2 de noviembre, por lo que la tradición recomienda que las ofrendas, que aún estén buenas, podrán comerse hasta el tercer día, cuándo ya se levantó el altar. 

Ver nota: Flores del Hanal Pixán: Conoce los colores que adornan los altares de Yucatán

¿Qué no debe faltar en un altar de Día de Muertos?

Depende de la región del país, los elementos que lleva un altar de Día de Muertos va cambiando, pero en su mayoría hay algunos que se repiten, como el caso de las flores, que varían de acuerdo a las que existan en cada lugar o los dulces típicos de la entidad.


Pero hay elementos como las velas, el agua, la sal, el pan, el retrato de los muertos, cigarros, alcohol, café, chocolate o inciensos, que son infaltables y que serán constantes en los altares de todo México, desde Mérida a Ensenada.