Realizarán 'radiografía' a la pirámide de Kukulcán en busca de una cámara oculta
Un proyecto internacional realizará un experimento basado en un detector de rayos cósmicos para estudiar las entrañas de la pirámide
MÉRIDA, Yucatán.- La pirámide de Chichén Itzá, una de las siete maravillas del mundo modernos, es la zona arqueológica más visitada de México luego de que en 2023 registró la visita de 2 millones 332 mil 445 personas, de acuerdo con cifras del Instituto de Antropología e Historia (INAH).
Pese a ser descubierta hace casi 150 años, el hallazgo se realizó en 1875, y a la cantidad de investigaciones que se han realizado a esta edificación prehispánica todavía quedan muchas interrogantes que buscan revelarse con ayuda de la ciencia.
Así lo demuestra el proyecto en el que participará el Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el que se busca obtener una “radiografía” de El Castillo, como también se le conoce a la Pirámide de Kukulcán, con el objetivo de comprobar la existencia de alguna cámara oculta por debajo del templo, además de las dos ya conocidas.
A la fecha hay dos cámaras conocidas que son llamadas del Jaguar y de Chac Mool, pero todavía hay una parte que se encuentra sin explorar debajo de la pirámide de 30 metros de altura. La investigación usará detectores de rayos cósmicos para desentrañar lo que esconde esta emblemática edificación.
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¿Cómo se realizará esta investigación?
Será en el verano cuando el proyecto internacional NAUM (por sus siglas en inglés de Muografía para usos Arqueológicos No Invasiva) se ponga en marcha. Cabe recordar que dentro de la Pirámide de Chichén hay otras dos estructuras que corresponden a distintas fases constructivas.
Una fue hallada en los años 30 del siglo pasado y la más antigua se descubrió hace apenas unos años, en 2016, siendo uno de los hallazgos más importantes en la arqueología. Para este experimento se utilizará un detector de rayos cósmicos que llegan a nuestro planeta.
Y será a través de la medición de muones, partículas elementales que llegan por los rayos cósmicos, con lo que se podrá calcular la densidad de la pirámide e ir mapeando las áreas de la estructura hasta encontrar un cambio de densidad. Y es que esos cambios podrían reflejar la presencia de una cámara o de un hueco.
Una vez que comience a trabajar el detector sobre Chichén Itzá, tardará seis meses en completarse la “radiografía”, por lo que será a finales de este año a inicios del próximo cuando se dé a conocer que nueva información arrojó el experimento.