Joven cumple sueño para emprender su propio negocio de hot-dogs en Mérida
A diferencia de muchos jóvenes que trabajan en algo que no los apasiona, Ricardo tomó el valiente paso de invertir en un carrito de hot dogs y construir, desde cero una empresa propia
MÉRIDA, Yucatán.- El emprendimiento es una de las cualidades más admiradas en tiempos de incertidumbre económica y crisis por la inflación. Ricardo, sin embargo, demostró que la perseverancia es más.
'Este es mi sueño, y aunque no fue fácil, por fin pude conseguir mi carrito de hot dogs. Es mi sueño, siempre quise tener algo propio, y bueno, si se pudo'.
Te puede interesar: Milenne, la historia de un sueño estudiantil que se convirtió en emprendimiento
¿Qué diferencia su negocio de otros emprendimientos similares?
Según Ricardo, no son los tradicionales de cualquier esquina. En su carrito, cada cliente puede encontrar opciones únicas, con ingredientes frescos y bien seleccionados, esto fue lo que nos comentó.
'Las hamburguesas que vendo tienen sirloin, queso, tocino y salsas. Siempre trato de ofrecer algo diferente, no solo un hot dog cualquiera'. Expresó Ricardo visiblemente emocionado.
Te puede interesar: Bálsamos labiales: Emprendimiento de estudiantes de la UADY
¿Cómo ha visto el apoyo de la comunidad?
Una de las claves del éxito en cualquier negocio son el apoyo de la comunidad y Ricardo lo tiene muy claro, por eso siempre escucha sus comentarios, así como nos lo explicó.
'La gente me apoya mucho. Hay veces que incluso se toman el tiempo para preguntarme cómo va todo, o si estoy bien. Siento que mi negocio es parte de esta comunidad'.
¿Cuál ha sido sus mayores dificultades para abrir su negocio?
No todo ha sido miel sobre hojuelas al cumplir su sueño, según Fernandez, la dificultad más grande fue aprender a administrarse y dividir su presupuesto para el negocio y otro para gastos personales.
Te puede interesar: Emprendimiento sin pretextos en Yucatán: Usan hamacas para aplicar pestañas
De igual forma adquirir su carrito según él, esperó muchos meses para recaudar el dinero para comprar el carrito de perros calientes. Ricardo Fernández es un ejemplo claro de que, con esfuerzo, dedicación y pasión, es posible convertir un sueño en una realidad.
