Hanal Pixán: ¿por qué en Yucatán dura todo el mes?
Hay rituales adicionales que se llevan a cabo en días posteriores para honrar a los difuntos, y se extiende más allá del calendario convencional.
MÉRIDA, Yucatán.- En muchas comunidades de Yucatán, el Hanal Pixán, la festividad maya dedicada a los fieles difuntos, no se limita a un solo día. Para los pueblos mayas, la conexión con sus ancestros y seres queridos fallecidos es profunda y se extiende más allá del calendario convencional.
Esta festividad, que oficialmente se celebra entre el 31 de octubre y el 2 de noviembre, continúa en algunas localidades del sur y oriente de Yucatán con el “ochavario” y el “biix”, rituales adicionales que se llevan a cabo en días posteriores para honrar a los difuntos.
El lingüista y promotor cultural Ermilo López Balam explicó que estas tradiciones se viven con respeto en las comunidades que aún las practican.
Para las familias mayas, el ochavario y el biix son momentos de introspección y de reafirmación de su identidad. Son celebraciones que se viven en silencio y en comunidad, y que permiten que los jóvenes no olviden el legado que cargan.
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Ochavario de las ánimas
Señaló que la tradición del “ochavario” consiste en colocar un platillo ocho días después del día de los fieles difuntos, que es cuando las almas regresan y se les ofrece una despedida, acompañada de un rezo y se riega agua en la entrada de la casa para limpiar su camino rumbo a la otra vida.
Es por eso que a los ocho días de la primera celebración del Hanal Pixán (31 de octubre para ánimas de los niños en Yucatán), el 7 de noviembre está dedicado a los niños, y el segundo día, 8 de noviembre, a los adultos y las ánimas solas, donde ya no se colocan platillos típicos, sino únicamente tamales y pib.
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Biix, despedida de los pixanes
De acuerdo con las creencias de algunos poblados yucatecos, algunos “pixanes” no retornan al inframundo y andan deambulando hasta el 30 de noviembre, por lo que se ofrece el último rezo para despedirlos.
Ese día se debe colocar un altar, alumbrado con velas, donde se ofrece comida típica como pibes y frutas de la región. Afuera de las casas se deben prender velas blancas que representan la iluminación del camino de las ánimas que van de regreso al inframundo.
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