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El Festival de los Osos Danzantes: una tradición ancestral en Rumania

El Festival de los Osos Danzantes es una celebración única que combina historia, cultura y tradición en Comanesti, Rumania.

Las pieles de oso utilizadas en el festival son reliquias familiares y no se obtienen mediante la caza ilegal. Foto: Flavor 77
Las pieles de oso utilizadas en el festival son reliquias familiares y no se obtienen mediante la caza ilegal. Foto: Flavor 77

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Por: Erwin Contreras

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COMANESTI, Rumania.- Cada diciembre, en el noreste de Rumania, se lleva a cabo una celebración única y llena de historia: el Festival de los Osos Danzantes. Esta tradición, que se remonta a siglos atrás, consiste en que cientos de personas disfrazadas de osos bailen al ritmo ensordecedor de tambores para ahuyentar a los espíritus malignos.


El punto culminante de este festival se da el 30 de diciembre, cuando los bailarines vestidos de osos descienden a la ciudad de Comanesti, en el este de Rumania, para el gran final. Esta festividad atrae a multitudes de turistas de todas partes del mundo, llegando incluso desde lugares tan lejanos como Japón.

Durante el festival, los participantes marchan y bailan por pueblos y ciudades, luciendo impresionantes disfraces de osos que incluyen mandíbulas y garras. Además, las pieles de oso se decoran con adornos gigantes de pompones rojos, creando una imagen impactante y festiva.


Según los lugareños, esta costumbre se originó en la era anterior al cristianismo, cuando se creía que los animales salvajes evitaban la desgracia y el peligro. Los osos bailarines visitaban las casas de las personas para desearles buena suerte y un feliz año nuevo.

Para los habitantes de esta región de Rumania, el oso es el espíritu animal que corre por sus venas.Esta tradición ha logrado perdurar a lo largo de los años, a pesar de que muchos rumanos abandonaron la región en la década de 1990 en busca de mejores oportunidades laborales en Europa occidental.


Los participantes en el festival aseguran que las pieles de oso utilizadas como disfraces se han conservado durante generaciones y se han tratado con gran cuidado. Es importante destacar que la caza excesiva de osos en Rumania llevó a las autoridades a emitir una prohibición en 2016. Por lo tanto, las pieles de oso utilizadas en el festival son reliquias familiares y no se obtienen mediante la caza ilegal.

El uso de estas pieles de oso no es tarea fácil, ya que incluyen la cabeza y las garras, llegando a pesar hasta 50 kilogramos. Además, las pieles más caras pueden costar alrededor de 2.000 euros.

El Festival de los Osos Danzantes es una celebración única que combina historia, cultura y tradición. Los turistas que tienen la oportunidad de presenciar este espectáculo se maravillan con la pasión y el impacto visual que ofrece. Sin duda, es una experiencia inolvidable que nos transporta a tiempos pasados y nos permite conocer y valorar la riqueza cultural de Rumania.


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