Visita Valladolid: Atracciones imperdibles en este Pueblo Mágico de Yucatán
Entre Mérida y Cancún, se encuentra una de las ciudades más importantes de Yucatán y uno de los destinos obligados de los viajeros
VALLADOLID, Yucatán.- Cada uno de los 106 municipios de la entidad tienen algo que los hace lugares únicos y los convierte en parada obligada para todos los viajeros que día con día llegan a tierras yucatecas para vivir y disfrutar de cada una de las maravillas que tienen en cada rincón. Uno de estos destinos es el Pueblo Mágico de Valladolid.
Ubicada, justo en medio, entre Mérida y Cancún, La Sultana del Oriente, una de las ciudades más antiguas de la Península de Yucatán, es rica en historia y un encanto colonial. Al pasear por sus calles llenas de vida, pues encontrar edificios históricos, casones, museos, hoteles, tiendas y comida riquísima.
Un poco de historia
Valladolid fue fundada el 28 de mayo de 1543 por Francisco de Montejo 'El Adelantado' y comparte nombre con una ciudad en España, de donde venían algunos de los colonizadores españoles.
Antiguamente, estaba habitada por los Cupules en un sitio conocido como Chauac Há, parte de un cacicazgo maya. Antes de llamarse Valladolid era conocida como Sakiꞌ o Zací, que viene de los vocablos mayas sak, (blanco), e iꞌ (gavilán).
Su importancia histórica radica en que el 4 de junio de 1910, la ciudad fue escenario de uno de los primeros antecedentes de la Revolución Mexicana, conocido como la Rebelión de Valladolid o la Primera Chispa de la Revolución.
En el llamado Plan de Valladolid o Plan de Dzelkoop se podía leer una invitación a la población de levantarse en contra de la dictadura en el país, encabeza por Porfirio Díaz, mucho antes de iniciar el movimiento impulsado por Francisco I. Madero, en noviembre de ese mismo año.
El 30 de agosto de 2012, la ciudad fue incorporada a la lista de Pueblos Mágicos de México, siendo la segunda en recibir ese nombramiento en el estado de Yucatán, después de Izamal.
¿Qué visitar en Valladolid?
Templo de San Gervasio y el Convento de San Bernardino de Siena
Estos dos edificios son de los más importantes a nivel histórico y arquitectónico. La primera iglesia de San Servacio fue construida en 1545, pero demolida en 1705. Un año más tarde, su reconstrucción se hizo bajo las órdenes del obispo Pedro de los Reyes Ríos y con los años ha sido testigo de sucesos como la Guerra de Castas.
El convento fue fundado por los frailes franciscanos en 1552, pocos años después de la fundación de Valladolid, con una mezcla de estilos arquitectónicos renacentista y gótico, con influencias de la arquitectura colonial española. Ahí se ofrece un espectáculo nocturno de luz y sonido que narra la historia del lugar.
Cenotes Zací y Xkeken
Aunque muchos cenotes que visitar en la ciudad, estos son dos de los más populares y conocidos, sin contar los atractivos y las historias que giran en torno a ellos. El primero está en el corazón de Valladolid, una caverna semiabierta de 45 metros de diámetro, uno de los más grandes de Yucatán.
El cenote Xkeken tiene una curiosa historia sobre como fue descubierto. Se cuenta que un campesino lo encontró mientras buscaba a un cerdito que cayó adentro, por lo que de ahí toma su nombre. Este cuerpo agua está en una caverna donde el sol atraviesa una pequeña entrada natural en la parte superior de la bóveda, iluminando el interior y creando una imagen sorprendente.
Vallazoo
A la altura del libramiento Norte, del kilómetro 7 +300 del Rancho Blanca flor, se encuentra Vallazoo, un santuario en el que se busca conservar la fauna nativa de la Península de Yucatán y en el que las familias pueden disfrutar y aprender de la naturaleza.
Esta reserva de fauna silvestre cuenta con varias actividades como visita al zoológico de animales rescatados, un espacio para acampar en medio de la naturaleza o recorridos nocturnos con oportunidad de convivir alrededor de una fogata.
Calzada de los frailes
Una de las calles más pintorescas y emblemáticas, la Calzada de los Frailes, es un lugar que encapsula la esencia histórica y cultural de Valladolid. Su combinación de arquitectura colonial, tiendas y restaurantes locales, y su conexión con el Convento de San Bernardino de Siena, la convierten en una parada obligada para cualquier visitante de la ciudad.
Es fácilmente accesible a pie desde el centro de la ciudad, lo que la convierte en un paseo popular tanto para locales como para turistas. A lo largo de los años, se han realizado esfuerzos para restaurar y conservar las casas y edificios a lo largo de la calzada para mantener su valor histórico y estético.