LFT 2024: ¿Qué pasa si no tomo mi hora de comida durante el trabajo?
La Ley Federal del Trabajo se encarga de regular las garantías y responsabilidades de los trabajadores en México
MÉRIDA, Yucatán.- El tiempo destinado para comer durante la jornada laboral es un derecho fundamental para los empleados, ya que influye directamente en su bienestar y productividad. La Ley Federal del Trabajo (LFT) en México regula este aspecto para garantizar que los trabajadores tengan un descanso adecuado, lo que no solo favorece su rendimiento, sino que también promueve un ambiente laboral más saludable.
¿Cuánto tiempo de comida debe otorgarse en el trabajo?
Según el artículo 63 de la LFT, los empleados tienen derecho a un descanso mínimo de 30 minutos para la comida, siempre que la jornada laboral sea continua y de seis horas o más. Este tiempo de descanso no forma parte de la jornada efectiva de trabajo y puede ser acordado entre el empleador y el trabajador, permitiendo flexibilidad según las necesidades de ambas partes.
La legislación no especifica que este tiempo deba destinarse exclusivamente para comer, por lo que también puede utilizarse como un breve receso para despejarse y mejorar la productividad.
¿Qué pasa si no se respeta el tiempo de comida?
El artículo 64 de la LFT establece que, en caso de que un trabajador no pueda tomar su tiempo de descanso, este deberá ser contabilizado como tiempo efectivo de trabajo. Esto significa que el empleado podría salir antes de su horario habitual, compensando la falta del receso.
Te puede interesar: Nuevo feriado en México: ¿Por qué te pagarán triple si trabajas el 1 de octubre?
Respetar el tiempo de descanso para la comida no solo impacta en la salud física y mental de los empleados, sino que también evita problemas legales para las empresas que incumplen con estos derechos. Además, un ambiente laboral que promueve el bienestar de los trabajadores tiende a mejorar la satisfacción, el rendimiento y la retención del personal. Cumplir con lo estipulado por la Ley Federal del Trabajo es clave para garantizar un equilibrio saludable entre productividad y bienestar en cualquier organización.
