Esquinas de Mérida: La trágica historia de El Degollado y La Veleta
Detrás de las esquinas de Mérida hay mitos, leyendas urbanas y muchas anécdotas
MÉRIDA, Yucatán.- Las esquinas de Mérida son una forma única en México de nombrar e identificar las calles. Las placas que sirven como referencia fueron colocadas a finales de los años 80, pero hay datos de que las esquinas tienen más de 200 años.
Originalmente fueron colocadas más de 500 placas, hechas por una familia de artesanos progreseños, pero a la fecha solo se conservan alrededor de 200. Entre las más famosas se encuentran: El Elefante, La Sombra, El Monifato, Las dos caras, La Tucha, el Pich, entre muchas otras.
Aunque muchos de los nombres de las esquinas lo toman de lugares concretos como El Arco de Dragones, que se llama así por encontrarse en la esquina del cuartel del mismo nombre o la de El Chemulpo, que se llama así por una extinta cantina cerca del Parque de Santiago.
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Hay otras, como las esquinas de El Degollado y La Veleta, que se encuentran estrechamente relacionadas, por la historia detrás de su nombre, que es trágica y que incluye también a un exgobernador yucateco. Aquí te contamos:
El Degollado y La Veleta
Cuenta la leyenda que un barbero, que tenía su negocio en la esquina de la calle 60 x 67, su nombre era Lucas Pinzón, que tenía una novia, una bella joven, de 17 años, llamada Hipólita, apodada Lita.
En una ocasión, la bella dama conoce al entonces gobernador Lucas de Gálvez, por lo que desprecia a su enamorado, por las riquezas con las que se deslumbró y rompió su noviazgo.
Al enterarse de esto, los vecinos, que conocían y apreciaban al novio, comenzaron a llamarla la veleta porque “se fue por donde el viento la procure más”, coincidiendo con la veleta que se encontraba en su patio.
El hecho terminó en tragedia, pues por la decepción amorosa, el joven barbero se metió a una cantina y ahogado en alcohol, tomó una navaja de afeitar y se suicidó cortándose el cuello.