Bolsa del mandado, alternativa sostenible y tradicional en mercados yucatecos
Sus colores, resistencia, durabilidad y su contribución para reducir el impacto ambiente la convierten en un artículo indispensable
MÉRIDA, Yucatán.- En México, la bolsa del mandado es un elemento emblemático de nuestra cultura y tradición que está presente en los mercados de todo el país. En Yucatán no es la excepción, esta bolsa, confeccionada con materiales de alta resistencia, se ha convertido en una alternativa sostenible y duradera a las bolsas de plástico de un solo uso.
Además, es un accesorio indispensable para hacer la compra semanal. La bolsa del mandado es apreciada por su versatilidad y su capacidad para soportar grandes cargas. Fabricada con materiales resistentes, como el algodón o el polipropileno, esta bolsa es reutilizable y contribuye a reducir el impacto ambiental generado por el uso excesivo de plásticos.
En el mercado Lucas de Gálvez en Mérida es donde estas bolsas son adquiridas por los marchantes pues “sirven mucho para las amas de casa que vienen a comprar, es un artículo que puede servir para soportar más mercancía y si lo cuidas te dura bastante, no son desechables, en Yucatán está aprobado su uso en lugar de las bolsas de plástico”, expresó Felipe Estrella Baas, presidente de la Unión de Locatarios, Similares y Conexos del Estado.
Diferencias con las bolsas de plástico
A diferencia de las bolsas de plástico, que suelen romperse con facilidad y contribuyen a la contaminación del medio ambiente, la bolsa del mandado ofrece una solución más robusta y ecoamigable. Su durabilidad y resistencia la convierten en una opción práctica y económica para los consumidores, además de ser un símbolo arraigado en la cultura mexicana.
“Además es muy popular y vistozo, no contamina y nunca pasa de moda, la nueva generación pregunta a sus madres y con orgullo portan esas bolsas porque así contribuyen a reducir la contaminación”, precisó Baas Estrella.
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De esta forma es como el uso de la bolsa del mandado no solo promueve la sostenibilidad ambiental, sino que también impulsa la economía local al favorecer la producción artesanal y el comercio en los mercados tradicionales.
