Progreso recupera El Casino para convertirlo en un Centro Cultural

PROGRESO, Yucatán.- Después de 5 años de un proceso legal ante el Instituto Nacional Antropología e Historia (INAH), el histórico predio conocido como El Casino de Progreso ha pasado a ser parte del municipio y, por lo tanto, de las y los progreseños.

Así lo dio a conocer este domingo, el exalcalde del puerto, Julián Zacarías Curi, a través de sus redes sociales, en donde señaló que fue el pasado 8 de agosto de 2024 cuando se ganó por unanimidad el juicio ante el INAH, lo que consolidó la expropiación del edificio. 

Con este fallo, se reactivan los trabajos de construcción del Centro Cultural y Social Casino de Progreso, que comenzaron en 2020, pero meses más tarde tuvieron que ser suspendidos por la orden de un juez, por expropiación ilegal del predio por parte del Ayuntamiento de Progreso. 

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Historia del Casino

Junto con el Muelle Nuevo, el Malecón, la Primera Aduana (convertida en Casa de la Cultura), El Faro y la Casa del Pastel, el Casino es uno de los edificios más emblemáticos de Progreso, se encuentra ubicado en el predio marcado con el número 117, de la calle 31 por 74. 

En sus años de esplendor, este club social recibió la visita de importantes personalidades de la época, en los años 60 y 70, como: Raphael, Manoella Torres, Marco Antonio Muñiz, Manolo Muñoz, Johny Laboriel, así como orquestas y grupos musicales, que amenizaban las veladas. 

El casino inició como una Sociedad Civil Particular por Acciones, que comenzó el 16 de julio de 1944 bajo la razón social de Casino de Progreso S.C. por A. y creada para una duración de 50 años, prorrogables por 25 años más, si así lo determinaran los accionistas.

Al principio fue llamado 'Paco Club', en honor a Francisco Morales Góllez, asesinado junto a Piedad Luna, Cecilio Pérez y Luis Zavala por defender los derechos de los trabajadores. De origen español, era fundador de la liga de empleados 'Benito Juárez' y delegado de la Beneficencia Española en Progreso. 

Después de años de gloria, el lugar cayó en el abandono y en el deterioro de sus instalaciones, hasta 2019, cuando se inició un proceso de expropiación a favor del Municipio de Progreso, por causa de utilidad pública del inmueble y así convertirla en un lugar de esparcimiento para todo público.

Información y fotografías: Maestro Pedro Bermúdez Solís, cronista de Progreso.