Península de Yucatán perdió más de 285 mil hectáreas de selva en cuatro años
Del 2019 al 2023 se redujo la superficie forestal peninsular de 9.9 millones de hectáreas a 9.6 millones.
MÉRIDA, Yucatán.- La Evaluación de la deforestación en la Península de Yucatán realizada por el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible, arrojó que del 2019 al 2023 se perdieron 285 mil 580 hectáreas de terrenos forestales en la región.
Lo que refleja que en solo cuatro años, se redujo la superficie forestal peninsular de 9.9 millones de hectáreas a 9.6 millones. La deforestación se dio a una tasa anual de 0.4%, que se registra como la tasa de pérdida más alta de las últimas décadas en la región.
A nivel nacional, la tasa de deforestación anual es del 0.1%, por lo que la pérdida de cobertura forestal se concentra de manera alarmante en la península de Yucatán; siendo Campeche el estado en el que se registró la mayor superficie deforestada en este período, con una perdida de 29 mil 281 hectáreas al año.
En el caso de Yucatán se registraron 27 mil 519 hectáreas deforestadas. Quintana Roo es el estado con menos hectáreas afectadas con un total de 14 mil 595. Las principales causas son las industrias extractivas como la agroindustria, la ganadería extensiva, las mega granjas de cerdos y aves.
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La expansión de la industria turística e inmobiliaria, los parques de generación de energías renovables, así como los megaproyectos como el “Tren Maya” y sus obras complementarias, son otros de los factores.
La Península de Yucatán forma parte de la mayor extensión de selva tropical de América después de la Amazonia: la Selva Maya; y se concentra el 54% de los manglares y varios ecosistemas singulares como petenes, cenotes y un enorme sistema cavernario inundado.
En la región también se localizan cuatro acuíferos que recargan el 25% del agua total del país. Actualmente, se registran 11 pueblos originarios en los territorios de los tres estados que conforman la península.
A pesar de estas cualidades y de la importancia que cobra esta región y en una coyuntura global de colapso climático, la península de Yucatán enfrenta un proceso de degradación y deforestación que amenaza la supervivencia de ecosistemas, especies y formas de vida humanas.