Los simbolismos en el cuadro del ex presidente Andrés Manuel López Obrador

MÉRIDA, Yucatán.- El pintor yucateco Ermilo Espinosa realizó el retrato oficial del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, una obra llena de simbolismos que tiene dos ejes centrales, el pueblo y las comunidades indígenas.

“Me dieron dos pautas que el cuadro debía tener si o sí, el bastón de mando, representando a los pueblos indígenas y su relevancia para el gobierno y por otro lado la gente, esto último fue quizá lo más complicado porque no quería pintar a una persona o representar a una sola persona, sino al pueblo”, comentó el pintor.

Al final decidió que tener de fondo al Zócalo era lo más acertado para representar al pueblo, ya que la Alameda Central es un punto representativo y que congrega a la gente cuando manifiestan su descontento, pero también los reúne para grandes celebraciones.

“Ya tenía yo algunas ideas sobre como haría el cuadro, peo cuando me dieron estas dos pautas que debía cumplir ya fue mucho más fácil porque me enfoqué en eso, el bastón de mando sin duda es el eje central del cuadro”.

Pero este no es el único simbolismo en el retrato. Espinosa explica que el cuadro está lleno de líneas que conectan entre sí pero que también tienen significados.

“El bastón de mando está a 90 grados del piso, y es el eje de todo el cuadro, la cabeza del bastón es el símbolo nahuatl de la comunicación, del diálogo, pero además queda justo en el corazón del presidente y a la vez justo a lado del escudo nacional en la banda presidencial, entonces se tiene la conjunción de la comunicación y la simbología patria”.

Otro símbolo está en la gente que hay en el Zócalo, pues la gente está dividida por una brecha, nuevamente una línea, el autor señala que esto se puede interpretar como México separándose o bien uniéndose.

“Hay gente saliendo de un bloque para unirse a otro, entonces para mi es un juego lindo de posibles interpretaciones, puedes ser el pueblo uniéndose después de todo, o enfrentándose, prefiero la versión optimista, pero cada quien puede interpretarlo a su manera”.

La Torre Latinoamérica con la fecha del 15 de septiembre del 2024 tampoco es coincidencia, el cielo en colores naranjas y azul claro tampoco.

“Estos colores nos pintan dos escenarios, y significan la dualidad que existe y que se conjuntan en el rostro de él, no hay nada del cuadro que esté por accidente, todo tiene un significado y un porque debe estar ahí”.

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Para finalizar, Ermilo señala que pintar este cuadro ha sido muy significativo para él pues su abuelo, el conocido pintor yucateco Ermilo Torre Gamboa pintó a muchos gobernadores, pero nunca a un presidente, por lo que para él este trabajo tiene un valor personal muy fuerte, porque es continuar con el legado de su abuelo.