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¿Hay un cenote debajo de la pirámide de Chichén Itzá? Esto se sabe

Aunque hay evidencias de la existencia de este cenote, no se han realizado al día de hoy una exploración pues el acceso está bloqueado

Por: Alexis Lara

MÉRIDA, Yucatán. – Aunque desde hace más de 100 años se han realizado exploraciones en la Zona Arqueológica de Chichén Itzá, todavía quedan muchos misterios por resolver y secretos que permanecen debajo de las piedras de las construcciones de la que fuera una de las ciudades mayas más importantes.


Desde la llegada de los españoles, se ha documentado la grandeza de El Castillo o Templo de Kukulcán, que, con el paso del tiempo, la vegetación fue cubriendo la estructura dejando solo al descubierto “una casita” a lo alto de lo que se creía era una colina, sin sospechar que ocultaba un monumento como prueba de la existencia de una gran civilización.

Entre los descubrimientos que se han realizado es que la pirámide está construida sobre una mucho más pequeña y está sobre una más pequeña; práctica común en los pueblos prehispánicos, en donde se construían nuevos edificios sobre lo que quedaba de culturas anteriores.


Otro de los misterios que gira en torno a la pirámide, es todo lo relacionado con su construcción, pues es un prodigio de la arquitectura, pero hay algo que ha causado asombro en los arqueólogos, pues entre los materiales usados se encontró un tipo de piedra que solo se encuentra en Brasil.

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La manera en como se transportó este material por más de 3 mil kilómetros, es una de las incógnitas que los especialistas no han podido resolver, pero que suma a la magia que encierra la pirámide, sin dejar de mencionar el cenote que se esconde debajo de esta estructura de 30 metros de altura.

¿Hay un cenote debajo de El Castillo de Kukulcán?

En 2015, científicos del Instituto de Geofísica y de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, así como del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), descubrieron que la pirámide de Kukulkán, en Chichén Itzá, está construida sobre un cenote.


En las investigaciones se determinó que se trata de un cuerpo de agua que mide alrededor de 20 a 30 metros, pero la pirámide no flota sobre el agua, pues el cenote no está abierto. Dos años más tarde se realizaron exploraciones para encontrar la entrada.


Aunque el equipo de Gran Acuífero Maya sí encontró el acceso al cenote, este se encontraba bloqueado con piedras que fueron colocadas ahí intencionalmente. Los investigadores lo bautizaron, tentativamente, “Ya’ax’há”, que en maya significa “agua verde”.