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Hallazgo de inscripción jeroglífica en Cobá revela historia de la ciudad maya

Los 123 cartuchos jeroglíficos, en una inscripción en forma de L, de poco más de 11 metros cuadrados, esculpidos directamente sobre la roca, se encontraba en una aguada a 160 metros de Nohoch Mul

Por: Alexis Lara

MÉRIDA, Yucatán.- El director general del INAH, Diego Prieto Hernández, dio a conocer el descubrimiento y la recuperación de un extenso texto glífico maya en la Zona Arqueológica de Cobá, en Quintana Roo, que maya quiere decir 'Ciudad de agua picada', la cual tuvo una historia de mil 300 años. 


El hallazgo, compuesto por 123 cartuchos jeroglíficos, en una inscripción en forma de L, de poco más de 11 metros cuadrados, esculpidos directamente sobre la roca, se encontraba en una aguada a 160 metros de  Nohoch Mul, una de las pirámides mayas de más altura en la Península de Yucatán. 

Información sobre la fundación de Cobá

Un estudio epigráfico indica que las inscripciones hacen referencia a la fecha de fundación del pueblo llamado Keh Witz Nal o “Montaña del Venado”, correspondiente al 12 de mayo del año 569 de nuestra era.

Asimismo, ha sido posible reconocer el nombre de un soberano, K’awiil Ch’ak Chéen, personaje identificado por primera vez, logrando así llenar un vacío en la secuencia dinástica de Coba.


Esto comprueba que los gobernantes de esta ciudad-Estado, tres de ellos mujeres, una de las cuales mandó por cuatro décadas, adoptaron el nombre del dios K’awil, lo que les confería sus atributos como deidades protectoras del lugar.

La escritura en el panel de roca, enlaza eventos del tiempo histórico con el pasado mítico, pues alude a un conjunto de dioses que fundaron Cobá, como Bolón Tz’akab Ajaw, ‘Señor de las innumerables generaciones’, encargado de las fundaciones de las dinastías del maíz y del cacao. 

Recuperación y restauración

Prieto Hernández, destacó que el proyecto arqueológico de Cobá ha extendido sus alcances para proteger este tablero de los factores ambientales, los cuales le han provocado deterioros. Se implementó un minucioso proceso de limpieza para retirarle la tierra, las sales y la maleza que lo cubrían.


Posteriormente, inició su restauración con la inyección de rellenos de morteros de cal, para dar resistencia interna a la roca donde el agua se estanca en las estaciones con más lluvia. Con estos hallazgos, Cobá han aportado nueva información para reconstruir la historia de este centro político de la cultura maya.