Gentrificación contra tradiciones del Hanal Pixán, una fusión de costumbres
La creciente afluencia de visitantes y nuevos residentes extranjeros han traído consigo un fenómeno de adaptación, lo cual genera preguntas sobre la preservación de estas tradiciones
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MÉRIDA, Yucatán.- La celebración del Hanal Pixán, tradicional fiesta de Día de Muertos en la cultura maya, vive una compleja transformación en Mérida y otras zonas de Yucatán, donde cada año los rituales ancestrales y las costumbres locales parecen fusionarse con el interés turístico y el impacto de la gentrificación.
La creciente afluencia de visitantes y nuevos residentes extranjeros han traído consigo un fenómeno de adaptación, lo cual genera preguntas sobre la preservación de estas tradiciones frente a la globalización y el cambio cultural.
Desde hace siglos, el Hanal Pixán, que en maya significa “comida de las almas o ánimas”, ha sido una celebración íntima, cargada de espiritualidad y respeto por los antepasados.
En cada hogar, las familias preparan altares decorados con flores, velas y fotografías de sus seres queridos fallecidos, pero hoy en día ya se pueden observar otros elementos en los altares, expresó el lingüista y antropólogo maya, Fidencio Briceño Chel.
Es un fenómeno común debido a que la ciudad está creciendo mucho, la migración de gente de otros Estados, eso obviamente cambia la dinámica poblacional, pero sobre todo la relación en estas fechas importantes, un claro ejemplo es que si el Halloween o el Hanal Pixán y después si se escribe con H o con J, pero lo que es real es que siempre ha habido cambios a la cultura porque se van incorporando nuevos elementos.
¿Visibilidad y comercialización?
En el Centro de Mérida, donde la gentrificación ha aumentado el costo de vida y el precio de propiedades, el Hanal Pixán se ha convertido en un atractivo turístico que se difunde en redes sociales y es ampliamente promovido por las autoridades locales.
Esto ha generado eventos masivos en parques y espacios públicos donde se presentan altares y actividades que buscan acercar esta tradición a los visitantes. Aunque esto ayuda a preservar la visibilidad de la festividad, también se observa una tendencia hacia la comercialización de los elementos rituales.
Briceño Chel también dijo que hoy en día los altares del Hanal Pixán representan altos costos por lo que algunas familias han optado por modificar los elementos tradicionales, “el pib no puede faltar, pero a veces es demasiado caro elaborarlo entonces vemos hasta en las calles los famosos pibitos que por lo menos hay algo para poner en la mesa”.
Por último, dijo que es válido que algunos elementos se sumen o se sustituyan, “no hay que quedarnos con una única manera no es lo mismo como se hacen los tamales o pibes en el sur de Yucatán que el centro, en el oriente, entonces tiene que ver esta celebración como algo que tenemos, lo que cosechamos en casa”, finalizó.