Esquinas de Mérida, en busca de preservar su historia a través de Instagram
Gabriel Pérez es el creador de este proyecto llamado Loving Mérida en el que realiza tours los fines de semana
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MÉRIDA, Yucatán.- Las esquinas de Mérida, forma única en el país de nombrar a las calles, es un tema que despierta muchas pasiones, pero que también ha estado mucho tiempo en el olvido, así lo asegura Gabriel Pérez, un joven que con el proyecto Loving Mérida busca dar a conocer las historias de estos nombres y también promover su conservación.
Originario de Valladolid, pero avecindado en Mérida desde hace varios años, Gabriel, atraído por las placas que dan nombre a las esquinas comenzó a trabajar en una recopilación de fotografías y de historias dos años antes de que llegara a las redes sociales.
En entrevista afirma que tiene ya las fotografías de todas las placas que aún se conservan, poco más de 200, de las más de 500 que se colocaron originalmente en la década de los 80, por iniciativa del entonces alcalde de Mérida, Herbé Rodríguez Abraham y que fueron encargadas a una familia de artesanos progreseños, de apellido Cauich.
“Hasta donde llegó mi investigación, las placas, al menos en su mayoría, fueron puestas en los años 80, pero las referencias son de hace más de 200 años”
El recorrido para documentar todas estas referencias históricas empezó en Chuburná, donde actualmente vive; a veces a pie, otras en bicicleta. Malabareando el proyecto, que él considera un hobbie, con dos empleos.
Después de tener todas las fotografías empezó la parte de investigación. Reconoce que una de sus principales guías ha sido el libro “Mérida en los años 20” de Francisco Montejo Baqueiro, publicado en 1986.
¿De dónde vienen los nombres?
Mucho se dice y se cuenta sobre las historias que hay detrás de estas esquinas. Innumerables leyendas urbanas, mitos o anécdotas, giran en torno a ellas, pero Gabriel dice que son muy pocas las que cuentan con registros escritos sobre su historia o el origen del nombre.
“Me encanta pelear con la gente que ha hecho proyectos como este anteriormente, porque suelen decir que cada esquina tiene una historia y no es así”, afirma.
En muchos de los casos la explicación suele ser muy sencilla, como en el caso de la esquina del Arco de Dragones (calle 50 x 61) que debe su nombre al arco del mismo nombre que se encuentra ahí y fue nombrado así por colindar con el Cuartel de Dragones.
“Muchas veces los vecinos suelen hacer la asociación de que si la esquina tiene el nombre de un árbol es porque hubo uno ahí, pero puede resultar engañoso, por ejemplo, la Esquina de La Veleta no se llama así porque hubo una veleta ahí”
La historia del Degollado y la Veleta
Justamente, La Veleta es un de las esquinas que si tiene detrás historias interesante y esta se remonta a un triángulo amoroso en el que estuvo relacionado con un exgobernador yucateco, lo que desencadenó un hecho trágico, además de estar estrechamente relacionada con el drama detrás de la Esquina del Degollado.
La leyenda cuenta que un barbero, que tenía su negocio en la esquina de la calle 60 x 67, se quitó la vida cortándose la garganta con una navaja de afeitar en decepción al no ser correspondido por una dama que vivía en la esquina de las calles 66 x 65, que a su vez era cortejada por el entonces gobernador Lucas de Gálvez.
En los nombres de las esquinas hay distintas categorías, desde motivos florales como La Flor de Mayo, La Siempreviva o La Violeta; animales como El Perro, Los Pavitos o El Iguano. Hay otros temas religiosos como Las dos monjas, San José o La Bendición de Dios, pero también hay unas que toman su nombre de cantinas, tal el caso de La Sombra, El Cardenal, La Copa de Oro o la extinta, El Chemulpo.
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En busca de preservar las placas
Pese a formar parte de la identidad de la ciudad y decir mucho de la manera en que los meridanos veían el mundo, de cómo somos y nos relacionamos con los espacios, a la fecha no existe, de parte del Ayuntamiento de Mérida, una reglamentación para conservar estas placas; que suelen encontrarse en predios particulares, por lo que a lo largo del tiempo muchas se han perdido.
Además de su trabajo de recopilación, el cual se puede ver en la cuenta de Instagram: Loving Mérida, Gabriel ofrece tours en los que cuenta porque existen estas placas y la historia de algunas de ellas y a futuro busca promover una iniciativa de preservación de las placas.
Ni el primero, ni el último
Gabriel está consciente de que antes que el suyo han existido otros proyectos dedicados a las esquinas de Mérida, pero cree que la diferencia entre esos, que aparecen y desaparecen o trabajan de manera interminente, y Loving Mérida es la constancia y la dedicación.
“Mi proyecto no es el único, ni el primero, pero es importante mantener constancia más allá de decir quien fue el primero y no quitar el dedo del renglón”, concluyó.
Los tours por las esquinas de Mérida se realizan los fines de semana, tienen un costo de 400 pesos por persona y la salida es desde Casa Bonita, ubicada en la calle 51 x 60, a dos cuadras del parque de Santa Lucía y a unos pasos de la Esquina de La Bola.