Conoce Mopilá, el pueblo fantasma que dejó la Guerra de Castas en Yucatán
Escondido en la selva del Yaxcabá se encuentra este poblado que fue arrasado por los insurgentes mayas en el siglo XIX
YAXCABÁ, Yucatán.- Quizá Misnebalam es el pueblo fantasma más famoso de Yucatán, pero no es el único y para muestra está Mopilá, una pequeña localidad que se encuentra perdida en la selva del municipio de Yaxcabá, que fue destruida durante la Guerra de Castas, a mediados del siglo XIX.
Los restos de una iglesia son la prueba de lo que alguna vez fue un poblado que desapareció después una batalla de las que hoy todavía quedan restos, como las paredes quemadas de este templo a donde los habitantes acudían en procesión a ver a la Virgen de la Asunción.
Mopilá, que en lengua maya quiere decir “Lugar de las palmeras de agua” se encuentra a unos 2 kilómetros del centro de Yaxcabá, en dirección al sur rumbo a la carretera que conecta con Tixcacaltuyub.
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¿Qué pasó en Mopilá?
De acuerdo con el Ensayo histórico de las revoluciones de Yucatán de Serapio Baqueiro, este pueblo fue arrasado por los insurgentes mayas que incendiaron la iglesia y destruyeron las viviendas aledañas, además de terminar con la vida de algunos habitantes; solo unos cuantos lograron escapar de la localidad y nunca más regresaron.
A la fecha, desde hace más de 100 años, cada 31 de julio es un evento importante para los creyentes, pues realizan un recorrido hacia los vestigios del templo para celebrar a la virgen de Mopilá y todos los asistentes pasan la noche en el lugar, donde le cantan las mañanitas y se vuelve una fiesta.
Leyenda de la cueva
Otra de las historias que vuelven especial este pueblo fantasma es la leyenda de la gruta escondida que se encuentra cerca de la iglesia, en donde se esconde un cenote, del que se dice que todo lo que se arroje aparecerá en el poblado Tabi, que se encuentra a casi 10 kilómetros.
Se sabe que se ha llegado al cenote cuando se encuentra una enorme abertura circular del lado derecho del camino de la cual surge un enorme álamo. Actualmente, el interior de esta gruta se encuentra inundada por las abundantes lluvias, por lo que es complicado el acceso.