Asilo Brunet Celarain en Mérida requiere apoyos para mantenimiento del edificio
Es un edificio de más de 100 años, por lo que techos y paredes se encuentran deterioradas y es necesario 'una manita de gato'
MÉRIDA, Yucatán.- Con más de un siglo de historia, el edificio del Asilo Brunet Celarain, que alberga a 134 adultos mayores, enfrenta serios desafíos de infraestructura que amenazan con comprometer su misión de brindar refugio y cuidados a quienes más lo necesitan, informó la encargada de recaudación de recursos de este albergue, Sor Isabel Rivero Valentín.
Señaló que al mes se requiere un total de medio millón de pesos para pagar empleados y mantener el albergue, pero la tarea no acaba ahí y por la antigüedad del edificio algunos techos y paredes se encuentran deteriorados, por lo que se requieren recursos para hacerle una “manita de gato”.
Aquí trabajan 48 empleados todo el año, hay 5 albañiles, 2 electricistas, 2 plomeros, entonces es un edificio que tiene mucha necesidad porque tiene 122 años, así que además de pagar nómina también se requieren recursos para darle mantenimiento a la estructura total del edificio.
Indicó que en este sentido, el asilo no solo ofrece un lugar para dormir, sino también atención médica, alimentación y actividades recreativas que mejoran la calidad de vida de los abuelitos y abuelitas.
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Además de las donaciones monetarias, el asilo está abierto a recibir ayuda en especie, ya sea en forma de materiales de construcción, alimentos, ropa o medicamentos.
Hay que ir puerta por puerta, buscando en especie o efectivo y ahora mismo estamos trabajando con la impermeabilización y es un edificio de 11 mil metros cuadrados y se llevan más de 20 cubos para la impermeabilización así que el que desee ayudarnos con eso, sobre todo con las goteras para que los ancianitos no se caigan.
Asimismo, algunas mujeres de la tercera edad compartieron para POSTA Yucatán, su sentir de vivir en el asilo donde coincidieron en que tienen paz y buen trato.
Yo me siento muy feliz, el próximo año cumplo 10 años aquí y no me arrepiento, siento mucha paz, tranquilidad y acompañada porque yo estaba sola, quedé viuda, mis papás fallecieron y no tuve hijos, tengo muy buena salud.
Asimismo, Rita Aguilar Alam quien tiene 100 años, destacó que se siente mejor que nunca, “yo solo me cambié de casa, en mi casa ya tenía muchas preocupaciones, que si el gato u otras cuestiones y aquí lo tengo todo”, precisó.
Cada peso donado contribuye a mejorar las condiciones de vida de los 134 adultos mayores que residen en el asilo, así como a garantizar que el edificio siga en pie, ofreciendo un hogar digno y seguro a quienes más lo necesitan.
La comunidad meridana ha sido históricamente solidaria con el asilo, y ahora, más que nunca, esa solidaridad es vital para garantizar su continuidad y preservación.